Claudia es una gran mujer especializada en el área de ciberseguridad, actualmente es la coordinadora de la única maestría en el país enfocada en Ciencias en Tecnologías de la seguridad, ambas coinciden en que es importante que las mujeres incursiones en estas áreas.
Para Claudia Feregrino, la curiosidad e interes de aprender cosas la llevó al área de los datos.
“Me gustó mucho la parte de seguridad, la parte de procesamiento de datos, empezando con su comprensión. El conocer cómo es que uno podía reducir la cantidad de datos que tiene y después volver a recuperarlos era como algo mágico”, cuenta en entrevista.
La magia a la que ella se refiere es la compresión de cómo pueden existir bases que contienen miles de datos, y aun así es posible tenerlas en cosas pequeñas, como una USB y que estos mismos datos pueda encriptarse y sean algo inaccesible para quienes quieran recuperarlo, pero los que conocen el código puedan recuperarlos.
En mayor interés para ella era la seguridad de los datos, por eso se especializó en criptología y su aplicación en las redes de comunicación.
La criptología es el arte de escribir en clave, se refiere a transformar un mensaje en un código que solo pueda ser descifrado por el destinatario.
La carrera de la Dra. Claudia Feregrino Uribe se ha enfocado en las áreas de seguridad, protección de datos y criptografía. Ha tenido la oportunidad de coordinar la maestría en Ciencias y Tecnologías de la Seguridad en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE).
Actualmente esta área tiene un déficit de profesionales, ya que para el futuro no habrá suficiente gente especializada en cubrir esta área de la ciencia, del total de las personas que laboran en esto solo en 24 % son mujeres.
Las mujeres son consideradas muy buenas en el tema de ciberseguridad, razón por lo cual las mujeres son muy buenas en estas áreas y deben de terminar con el temor que muchas veces se puede tener para incursionar en estos temas.
Una forma de acabar con esos estereotipos, según los hallazgos del estudio, es la presencia de modelos de rol femeninos en las asignaturas. El tener referentes ayuda a las niñas y mujeres a generar motivación para incursionar en estas áreas, a la vez que mejora su percepción y actitudes respecto a las ciencias.
Fuente: Chiapas Paralelo